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CUARENTENA DE IDEAS

En estos momentos en los cuales no podemos salir de casa, nos hemos dedicado a pensar o reflexionar como se irán a dar las relaciones humanas, sociales, comerciales, una vez termine la cuarentena, nos realizamos muchas preguntas, podremos mantener el mismo sistema capitalista en el cual vemos al éxito como la acumulación de bienes o de dinero?, o será el momento de pensar que sean otros principios sociales los que nos guíen?, y será posible que podamos como sociedad aceptar estos retos?, creo que son preguntas que se contestarán con el paso del tiempo, pero seguro podemos aportar en la generación de las respuestas.
Considero que existen dos variables importantes que debemos revisar para pensar en el futuro, la primera es la respuesta que tengamos a la pregunta que en cada negocio que hagamos exista un rédito económico, que es la base fundamental del capitalismo; y la segunda cuánto pesarán los criterios de la cuarta revolución industrial, la digital, en las relaciones comerciales.
En relación a la primera variable, hasta ahora analizamos el éxito del negocio en referencia a cuánta utilidad tuvimos al final del ejercicio, y en la mayoría de los casos, nuestras decisiones se mueven solo relación a las cifras, buscamos la forma de incrementar ingresos y de bajar costos y gastos, transformando todas las variables incluso las humanas en un número más, no analizamos otros criterios, por ejemplo no consideramos el balance social, es bastante probable que ni conozcamos el mismo, muy seguro que este balance social no se presente a la junta de accionistas, ni se lo considere de manera real como un punto para tomar decisiones; sin embargo; esta pandemia, nos ha hecho considerar variables distintas, como la importancia que puede llegar a tener nuestro producto en relación a la sobrevivencia de la sociedad, quiero decir que reflexionemos en nuestros negocios, si no están trabajando en este momento significa que son importantes pero no indispensables, y la sociedad puede prescindir de ellos. Entonces los principios comunitarios que no ven la maximización de los recursos como el fin, pueden ser una respuesta también para la realización de actividades comerciales, pues muchas empresas, comercios e industrias luego de la crisis sanitaria solo sobrevivirán y para sobrevivir deben olvidarse de utilidades, entonces deberán ver en qué, sus productos o servicios son en beneficio de la colectividad en primera instancia, no solo el generar trabajo será suficiente, y deberán aplicar otro tipo de criterio en los cuales quizá el pago no sea en dinero sino en productos o servicios, con lo cual el truque será una opción viable, que hasta ahora no era visibilizada.
Los principios comunitarios que no ven la maximización de los recursos como el fin, pueden ser una respuesta también para la realización de actividades comerciales, pues muchas empresas, comercios e industrias luego de la crisis sanitaria solo sobrevivirán y para sobrevivir deben olvidarse de utilidades, entonces deberán ver en qué, sus productos o servicios son en beneficio de la colectividad en primera instancia, no solo el generar trabajo será suficiente, y deberán aplicar otro tipo de criterio en los cuales quizá el pago no sea en dinero sino en productos o servicios, con lo cual el truque será una opción viable, que hasta ahora no era visibilizada.
Considerando estos mismos criterios, los negocios que tengan necesidades comunes o afines, deberán unirse para abaratar costos, quizás realizar espacios de coworking, para temas administrativos, o finalizar los contratos laborales con contables, de recursos humanos para apoyarles a que ellos creen su propia empresa o cooperativa de servicios y sigan cumpliendo sus funciones pero ya en una relación de servicios, donde podrán ser emprendedores.
En cuanto al segundo criterio, sobre la importancia de la tecnología digital, vemos que la misma está cambiando paradigmas, por ejemplo el principio de la estabilidad laboral, afiliación al seguro social, queda en un segundo plano si hablamos de UBER, o como nos explicamos que AIRBNB una aplicación de alojamiento no sea dueña de ningún inmueble, ni tampoco tenga trabajadores; así como, en esta pandemia hemos visto más veces a familiares y amigos que se encuentran fuera del país, a través de ZOOM, o hemos logrado estar en conferencias internacionales a las cuales era imposible acceder porque los gastos de transportes, alojamiento y alimentación eran imposibles sufragar.
El comercio como lo hemos conocido está a punto de cambiar, las aplicaciones móviles y el servicio puerta a puerta es la nueva tendencia, la logística también sufrirá muchos cambios, y es ahí donde las compañías, pueden compartir los canales de distribución, creando o cooperativas o aplicaciones por las cuales ya no tengan relaciones laborales con sus servicios de comercialización.
El mundo ha cambiado, y es nuestra decisión intentar una nueva vía en las crisis, debemos ser los que venden pañuelos, incluyendo en la los que lloran, en la producción y no para ganar dinero sino para consolar.

Abg. Nelson Sánchez F
Gerente Regional
SIBULE ASESORES LEGALES CIA. LTDA.